She tries to shoot holes in the sun

Los escombros crujen bajos sus pies conforme camina sobre ellos. No hay agua. No hay ruido. La desolación se extiende por todos lados; su vista no da para más. Los desastres naturales han podido con Ciudad Azul. Ya no puede distinguirse nada de lo de ayer. Es cierto que jamás había visto Ciudad Azul en todo su esplendor, pero la verdad es que la ciudad se veía sublime los días de sol.

Ella era consciente de que Ciudad Azul no era más que una colonia de un gran Imperio, pero a fin de cuentas era donde quería pasar el resto de su vida. Quién sabe si fueron los terremotos, los tsunamis o el fuego abrasador. O puede que no fuese nada, o todo, o el Tiempo, o el viento, arrasando con las paredes de cartón-piedra. Pero ya poco importa, porque no hay vida bajo la destrucción. Ella era la última habitante de lo inhóspito.

Sigue andando. Se para. Prosigue su camino. Se sienta. Sus manos rozan suavemente las piedras. Y su mirada perdida busca, ya sea más acá o más allá. Busca, porque hay que buscar, es propio de lo humano, pero sin gana alguna. Sin esperanzas reales, sólo con las que vienen de serie.

Y si la historia de Ciudad Azul ha terminado, implica que algo nuevo ha empezado. Y con los propios escombros de Ciudad Azul habrá que construir algo, o tendrá que emigrar. De momento sigue sentada, con la mirada de perdida, acariciando la destrucción, sin saber muy bien si debe añorar o disfrutar, o hacer las dos cosas, o si lo está haciendo inconscientemente.

-Seguro que no fueron las tijeras de podar-

Le prometí bastante más,
no lo quiero recordar. 
Pero hace tiempo que pasó

y he cambiado de opinión. 

Ciudad Azul @ Los Planetas