Sí, el tiempo pasa y nos lleva con él, pero los recuerdos son imborrables. Y son muchos y muy agradables.
Quiero irme de aquí y quiero quedarme. Quiero conocer gente nueva y estar con los de siempre. Quiero, quiero, quiero... Quiero, os quiero y te quiero. Olvido, porque el rencor se lo dejo a los niños "shicos". Os quiero y os querré tanto o más que como os he querido siempre, porque sois siempre; sois todo. Había olvidado que existían los abrazos sentidos que cortan la respiración, los besos de despedida a conciencia y los "te quiero" de amigo. Me doy cuenta de lo tremendamente estúpido que puede llegar a ser uno; de como se puede dejar pasar lo que tanto se aprecia como si algo común se tratase por rabietas. Cuanto tiempo mal invertido...
Queda mucho por delante, con toda probabilidad lo mejor, pero hay que preparar la despedida por lo que pueda pasar.
Son palabras llenas. Las que más en muchos meses. No puedo dejar de pensar en lo que os quiero y te quiero.
PD: Solo tú sabes que esta entrada la he escrito por y para ti (; Gracias por todos los años juntos.
Moraleja: ¡No seas gilipollas, anda!
"Es preciso perdonar mucho para no olvidar nada"
François Guizot
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