sábado, 20 de agosto de 2011

La tarde que volví a Cronolánea

La tarde que volví a Cronolánea fue esa en la que estaba escribiendo el artículo, que nunca llegó a publicarse, para 'Selva y Sabana' con 'Cronolánea' de fondo. Qué fútil. Soy Satán. Por la puerta grande.

Y me dí cuenta por la noche.

Además, creí haberte olvidado. Me prometí no llevar trastos viejos a la casa nueva del centro. Toxiqueces, las justas.


Descríbelo otra vez, 
tu mundo es tan sencillo
que un billete compraré.
Prométeme un viaje
que jamás olvidaré, 
que nunca olvidaré.

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