sábado, 30 de octubre de 2010

Hoy, quiero ser invisible.

Atención: Aunque no lo parezca, sí hay texto, escrito con tinta invisible ;)
Hoy, con  todo mi amor a la vida, quiero dejar el mundo. Y no digo morir, digo, dejar el mundo... Dejarlo durante un segundo para saber qué se siente cuando uno está ausente.
Hoy, quiero desaparecer. Hoy, vuelve a agobiarme la angustia del querer no querer y no poder poder ni dejar de querer. Hoy, me permito caer, sabiendo que mañana me levantaré y volveré a luchar. Hoy, no hay quién me comprenda, lo que es lógico, porque Hoy estoy aquí y mañana allí. Hoy, vuelvo a la realidad. Hoy, no puedo más... 


Porque Hoy han vuelto los viejos fantasmas del pasado, los que siempre están ahí, los que nunca se van, los que entran y salen de mi cabeza con total libertad... Los que me susurran a pleno grito en mitad de la noche "¿¡Dónde crees que vas!?".


Y si pierdo confianzaatado a la circunstanciasvago igual que un zombi, temores nunca los vencí. @ Nada Ni Nadie @ Nach

3 comentarios:

  1. "Mucha mierda durante mucho Tiempo es criar más mierda para más Tiempo aún"; hay mierda que siempre permanece ahí, esperando su momento para "embriagarnos" con su olor xD
    Hay días en los que no merece la pena intervenir en tu propia vida; basta con estar un rato de observador, para sacar conclusiones más tarde

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  2. Puf, la verdad es que hay días en los que uno no quiere seguir luchando, como bien dices, en los que te permites caer porque ya te levantarás cuando puedas, cuando tengas algo más de fuerzas, o cuando esos fantasmas se despisten un instante. Por eso es importante exprimir bien los días que no son así, los que amenecen algo más despejados, pues hay que hacer acopio de fuerzas para los momentos menos favorables.

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  3. @Lams: Exacto. Hay días para todo, y a veces toca pararse y hacer un balance para cambiar, que no viene nada mal. ¡Gracias por comentar!

    @Chío: ¡No sólo eso! A pesar de lo negativos y grises que son, merece la pena vivirlos de vez en cuando.
    Caer, levantarse, caer y volverse a levantar. Es así de simple y así de difícil, pero siempre hay que buscar fuerzas (o esperar a que se despisten los fantasmas ;D)

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