Tetas y sopas no caben en la boca...

Qué tienes para mi hoy,
quizás no ha merecido la pena la espera.
Qué tienes para mí hoy,
quizás no me traes nada de valor.

Hoy estaré esperándote
pero no te aseguro que mañana sea así,
te recuerdo que soy mortal
y que también me canso de esperar

Y sigo lejos de ti y de mi casa,
en esta fría tarde de agosto,
a la espera, al acecho, rozando el despecho.

Y espero porque el Tiempo es mi aliado,
pero te aseguro que esto pronto va a cambiar
que nada va a ser igual y que conmigo no vas a contar;
te lo puedes pensar, pero ni se te ocurra tardar
o el fin va a ser fatal.